PANORAMA GENERAL
- El 2025 inicia con un entorno de mayor incertidumbre y preocupación.
- El nerviosismo aumenta con las amenazas de las medidas anunciadas por Donald Trump en contra de México.
- La cautela de la inversión ha sido evidente en este contexto.
- Claudia Sheinbaum presentó el Plan México en el que se plantea la visión a futuro del país.
- Lograr un plan como este requiere de medidas concretas e inmediatas, especialmente en materia de mejorar el ambiente para la inversión.
- El Plan parece no estar en línea con el objetivo de consolidación fiscal.
PLAN MÉXICO
El 2025 inicia con un entorno de mayor incertidumbre y preocupación que ha incidido negativamente en la perspectiva de todos los agentes económicos, propiciando que los pronósticos de crecimiento económico se sigan ajustando a la baja.
Además de la inquietud por un ambiente de polarización en la política interna, deterioro del estado de derecho y elevados niveles de corrupción, inseguridad y delincuencia, el nerviosismo aumenta con las amenazas de las medidas anunciadas por Donald Trump en contra de México, aún sin haber tomado posesión de la presidencia de los Estados Unidos y a pesar también de que ya se anticipaba esta posición.
La cautela de la inversión ha sido evidente en este contexto. Las cifras muestran una rápida tendencia a la baja en los niveles de inversión, de tal forma que los datos disponibles hasta octubre del 2024 ya acumulan dos meses consecutivos con variaciones negativas. Aunado a esto, de los 587 anuncios de inversión en México entre enero de 2023 y septiembre 2024, equivalentes a 175 mil millones de dólares, no se tiene noticia de un avance importante, reflejo de la cautela que existe dada la coyuntura.
En este contexto, la presidenta Claudia Sheinbaum presentó el “Plan México, estrategia nacional de industrialización y prosperidad compartida” en el que se plantea la visión a futuro del país, que incluso vaya más allá de este sexenio.
Para lograrlo, este Plan se integra de 13 metas que tienen como propósito hacer de México “el mejor país del mundo disminuyendo la pobreza y la desigualdad” y para ello se contempla un portafolio de inversiones, nacionales y extranjeras, de 277 mil millones de dólares (mmd).
Dichas metas son:
1. Ubicar al país en el Top 10 de las economías del mundo.
2. Hacer que la inversión (anual) supere el 25% del PIB.
Generar 1.5 millones de empleos adicionales.
4. 50% de la proveeduría y el consumo nacional, serán hechos en México en los sectores textil, calzado, mobiliario y juguetes.
5. Aumentar en 15% el contenido nacional.
6. El 50% de las compras públicas serán de producción nacional.
7. Vacunas hechas en México.
8. Se reducirá de 2.6 a un año el tiempo para concretar una inversión con 50% menos trámites y requisitos.
9. Crecer en 150 mil profesionistas y técnicos adicionales a los que ya se generan anualmente.
10. Sostenibilidad ambiental empresarial.
11. 30% de PYMES con acceso a financiamiento.
12. Ubicar a México dentro de los cinco países más visitados a nivel mundial.
13. Reducir la pobreza y la desigualdad.
El Plan es ambicioso, pero también se pueden percibir algunas limitantes a su alrededor. Lograr un plan como este requiere de medidas concretas e inmediatas, especialmente en materia de mejorar el ambiente para la inversión. Además de disponer de elevadas cantidades de recursos.
Sin embargo, conjuntamente con los elevados riesgos por inseguridad en diversas zonas del país, persiste la preocupación por la falta de certeza jurídica y una elevada carga de regulación.
Otra inquietud es que el Plan parece no estar en línea con el objetivo de consolidación fiscal, al menos para 2025. Los recursos públicos destinados a infraestructura, energía, comunicaciones y transporte, seguridad, educación y salud, que son factores importantes para impulsar el crecimiento de la economía, no parecen ser suficientes para generar un incentivo para invertir. La inversión privada no fluirá significativamente hasta no tener la certeza de un entorno atractivo. La prueba es que hasta el momento los últimos datos de inversión no son positivos.
El Plan también busca fortalecer la industria mexicana y poder hacer frente a las políticas proteccionistas de Donald Trump.
No obstante, es claro que lograr las metas planteadas no será fácil y, dada la necesidad creciente de recursos, es factible que su cumplimiento llevará más tiempo de lo requerido. Hay que considerar que la inversión privada comenzará a fluir una vez que haya certeza de un ambiente propicio para los negocios.
En un entorno como este, es probable que las expectativas de crecimiento se mantengan poco optimistas. Incluso podrían continuar su ajuste a la baja. La confianza es fundamental en este proceso.
MÉXICO
En octubre pasado el indicador de inversión fija bruta continuó mostrando debilidad al reportar un avance mensual de solo 0.1%, comportamiento impulsado principalmente por el incremento de 1.2% en la inversión en maquinaria y equipo. Por el contrario, la inversión en construcción se contrajo 0.9% con lo que acumuló tres meses consecutivos con variaciones negativas. A pesar de este modesto avance mensual, en su comparación anual, el indicador de inversión mostró una caída de 4.5%, en especial por la disminución de 11.5% en la inversión en construcción, principalmente por la baja de 16.3% en la construcción no residencial. Con base en cifras originales, en octubre la inversión pública registró una caída de 18.3%, respecto al mismo mes del año anterior, mientras que la inversión privada cayó 0.5%.
En octubre el consumo también siguió mostrando fragilidad. De acuerdo con el reporte del INEGI, el indicador de consumo privado disminuyó 0.7% respecto al mes previo, acumulando dos meses consecutivos con caídas. A su interior, el consumo de bienes nacionales se contrajo 1.5%, mientras que el de
servicios lo hizo en 0.3%. El consumo de bienes importados bajó 0.5%. Con estos resultados, en su comparación anual el consumo privado muestra un avance de solo 0.5%, que es el más bajo desde marzo del 2021.
Las expectativas no anticipan un mejor desempeño de este indicador. De acuerdo con la estimación oportuna del INEGI, en noviembre el consumo privado habrá aumentado 0.6%, que puede haber reflejado el impulso del periodo de ventas del buen fin. Para diciembre se prevé un avance de solo 0.1%. En su comparación anual se anticipa que tuvo avances de 0.9% y 1.4% en noviembre y diciembre, respectivamente.
ESTADOS UNIDOS
Durante diciembre los precios al consumidor se elevaron 0.4%, resultado que estuvo en línea con las estimaciones del mercado. A su interior, los precios de alimentos aumentaron 0.3%, mientras que los de energía lo hicieron en 2.6%, impulsados por un incremento de 4.4% en los precios de las gasolinas. Excluyendo alimentos y energía, los precios del indicador subyacente se elevaron 0.2%. De esta manera, la inflación anual se ubicó en 2.9%, mientras que la subyacente fue de 3.2%. Asimismo, el índice de precios de la vivienda aumentó 0.3% durante el mes y subió 4.6% de forma anual. Por su parte, los precios de servicios crecieron 0.3% mensual y 4.4% anual.
El Departamento de Comercio informó que durante diciembre las ventas al menudeo aumentaron 0.4%, ligeramente por debajo de la estimación del mercado que anticipaba un alza de 0.5%. A su interior, las ventas de vehículos de motor y refacciones se elevaron 0.7%, las de gasolineras lo hicieron en 1.5%, las de tiendas de alimentos y bebidas 0.8%, las de tiendas de ropa y accesorios 1.5% y las
de tiendas de muebles y artículos para el hogar 2.3%. Respecto al mismo mes del año previo, las ventas minoristas se elevaron 3.9%.
De acuerdo con el reporte de la Reserva Federal, durante diciembre la producción industrial aumentó 0.9%, superando significativamente la estimación del mercado que anticipaba un avance de 0.3%. La producción manufacturera reportó un avance mensual de 0.6%, mientras que la minería creció 1.8% y la producción de servicios públicos lo hizo en 2.1%. Respecto al mismo mes del año previo, la producción industrial aumentó 0.5%, después de cinco meses con variaciones negativas.