LA ECONOMÍA INICIA EL SEGUNDO SEMESTRE A LA BAJA

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Mientras las autoridades aseguran que la economía marcha bien los resultados indican que el segundo semestre del año inició con un comportamiento negativo.
Prácticamente todos los indicadores económicos muestran debilitamiento desde finales del 2023.
La preocupación por el efecto de la reforma judicial y la desaparición de los órganos independientes podría afectar la actividad productiva.
Aunque las autoridades celebraron la mejora en el pronóstico de crecimiento que publicó el FMI, este aún es insuficiente para mejorar el nivel de bienestar.

LA ECONOMÍA INICIA EL SEGUNDO SEMESTRE A LA BAJA

Mientras las autoridades aseguran que la economía marcha bien y tienen optimismo en que los siguientes meses serán de expansión, las cifras disponibles muestran que la economía mexicana inició el segundo semestre del año con un comportamiento negativo.

De acuerdo con el reporte del INEGI, en julio el indicador global de la actividad económica cayó 0.9% a tasa mensual, lo que propició que en comparación con el mismo mes del año pasado significara una disminución de 1.2%, la tercera y más alta desde febrero de 2021 cuando se contrajo 3.3%, aún por efectos de la pandemia. Esto podría ser el preludio de un tercer trimestre negativo.

Pero el hecho es que prácticamente todos los indicadores económicos muestran debilitamiento desde finales del 2023 y no se logra conformar un ciclo de expansión duradero.

De las cifras de inversión, si bien aún no se tienen resultados para julio, se puede advertir que, desde su nivel más alto reportado en el primer trimestre del año pasado, cuando ascendió a 6.4 billones de pesos a precios de 2018, hasta el segundo trimestre del presente año, la formación de capital físico muestra una caída de 6.8%, especialmente motivada por la disminución de 25.7% en la inversión pública, aunque la privada, que es la principal fuente de acervo de capital, muestra un descenso de 4.3%.

En el caso del consumo, la estimación oportuna del INEGI considera que en julio tuvo una caída anual de 0.7%, que se extenderá a agosto en igual magnitud.

Sin duda, el no tan favorable desempeño de la actividad productiva, que se concluye cuando prácticamente todos los indicadores marcan tendencias a la baja, responde en parte por la incertidumbre que prevalece en el país por los cambios legislativos internos y la política comercial de los Estados Unidos, que recientemente anunció nuevos aranceles para camiones, muebles de baño y medicamentos. Lo anterior repercutirá en un menor desempeño en los próximos meses y el siguiente año.

La preocupación por el efecto de la reforma judicial y la desaparición de los órganos autónomos, junto con la propuesta de reforma al juicio de amparo que está por discutirse, afectan la percepción de un estado de derecho fuerte e imparcial para todos, desalentando en buena parte la inversión por parte de empresas y emprendedores.

Adicionalmente, esos cambios también parecen limitar una regulación eficiente y neutral, propiciando mayores costos para las unidades productivas, lo que, acompañado de crecientes costos laborales, generan un ambiente complejo para su eficiente desempeño. Por lo anterior, también se está limitando la apertura de nuevas unidades productivas con mayores empleos formales de calidad. Todo esto favoreciendo a la informalidad.

Hay que recordar que los resultados del Censo Económico 2024 muestran que entre 2018 y 2023 el universo de unidades productivas en el país aumentó en 668 mil. Esta cifra, que en principio parece una buena noticia deja de serlo al observar que el 76.5% de este aumento correspondió a la creación de empresas o unidades económicas en la informalidad.

Lo relevante es que la informalidad se ha venido fortaleciendo en esta coyuntura. Esto se refleja en la evolución de los indicadores de ocupación. Las cifras de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) reportan que, en los primeros siete meses del presente año, la población ocupada aumentó en 1.5 millones de personas, aunque se debe tener en cuenta que este resultado respondió en su totalidad al aumento de 2.3 millones de ocupados en la informalidad, ya que los empleos formales disminuyeron en 813 mil.

Recientemente las autoridades celebraron al ajuste al alza de los pronósticos de crecimiento para nuestro país que publicó el Fondo Monetario Internacional (FMI), que corrigen su percepción de 0.2% a 1.0% para para este año y anticipan un avance de 1.5% para el próximo.

Si bien esta corrección mejora modestamente la confianza, es evidente que los niveles de crecimiento esperados aún son insuficientes para mejorar la situación del país.

De hecho, con la evolución reciente de los principales indicadores económicos no se ve probable, al menos en este y el siguiente año, que las previsiones de la Secretaría de Hacienda puedan cumplirse.

Ahora el ritmo de avance de la economía depende en buena medida del intercambio comercial.

Es importante fortalecer las políticas de impulso de la actividad productiva y atender con mayor eficiencia los problemas de inseguridad, violencia y estado de derecho.

Además de todo es fundamental fortalecer la situación financiera del sector público. Son indispensables mayores esfuerzos para lograr la consolidación fiscal. Fuentes de recursos más sólidas y gasto más eficiente son la mejor forma de lograr los objetivos de reducir el déficit público y la necesidad de mayor deuda.

México

Inicia el segundo semestre del año con mayor debilitamiento. Durante julio el indicador global de la actividad económica (IGAE) vuelve a terreno negativo al reportar una caída mensual de 0.9%, después de que su estimación oportuna anticipara un baja de 0.5%. De esta manera, el IGAE se contrajo a una tasa anual de 1.2%, su primer descenso después de tres meses al alza. El mayor debilitamiento se observó en las actividades primarias, que registraron una disminución mensual de 3.0% y una anual de 12.2%. Las actividades secundarias, por su parte, cayeron 1.2% mensual y 2.8% anual. En el caso de las actividades terciarias se registró una disminución de 0.4% en el mes, aunque aumentaron 0.4% anual.

Tal parece que la inflación vuelve a mostrar resistencia a la baja. El INEGI informó que durante la primera quincena de septiembre los precios al consumidor aumentaron 0.18%, que fue su mayor alza en las últimas siete quincenas. El origen principal de este comportamiento fue el aumento de 0.22% en el indicador de precios subyacente que fue la fuente del 88% del aumento total de los precios. Al interior del indicador subyacente los precios de mercancías se elevaron 0.23%, especialmente impulsados por el alza de 0.34% en los precios de mercancías no alimenticias. Los precios de servicios se elevaron 0.20%, donde resalta el aumento quincenal de 3.15% en colegiaturas. Por su parte, los precios del indicador no subyacente crecieron 0.03% en la primera quincena, como consecuencia del aumento de 0.11% en los precios agropecuarios. Los precios de energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno disminuyeron 0.04%. En su comparación anual, la inflación de la primera quincena de junio se ubicó en 3.74%. La inflación subyacente fue de 4.26% anual y la no subyacente de 2.01%.

De acuerdo con el reporte del INEGI, en julio las ventas al menudeo aumentaron 0.1% respecto al mes previo, después de una caída de similar magnitud un mes antes. Este comportamiento respondió al aumento en seis de los nueve segmentos de ventas que integran el indicador general, resaltando el avance de 1.9% en las ventas exclusivamente a través de Internet, y catálogos impresos, televisión y similares. De esta manera, en su comparación anual las ventas minoristas crecieron 2.2%.

Por su parte, el indicador de servicios registró un incremento mensual de 0.3% en julio, después de una caída de 0.8% un mes antes. Este avance refleja el resultado positivo en cinco de los diez segmentos que integran el indicador general, dentro de los cuales resalta el incremento mensual de 3.6% en los servicios profesionales, científicos y técnicos. De esta manera, en su comparación anual, el indicador de servicios muestra un avance de 3.3%.

A pesar de los efectos de la política comercial de los Estados Unidos, la actividad comercial de México se mantiene al alza. Durante agosto el valor total de las exportaciones ascendió a 55,718.2 millones de dólares, lo que significó un incremento anual de 7.4%. A su interior, las exportaciones petroleras cayeron 26.3%, como resultado de la disminución, tanto del precio como de la plataforma de exportación de crudo. Las exportaciones no petroleras aumentaron 8.9%, impulsadas por un alza de 41.3% en las extractivas y un aumento de 9.0% en las manufactureras, dentro de las cuales las automotrices cayeron 1.2%, pero el resto de las exportaciones manufactureras crecieron 14.4%. Por su parte, en agosto el valor total de las importaciones de mercancías fue de 57,662 millones de dólares, lo que representó una caída anual de 0.2%. Las importaciones de bienes de consumo cayeron 5.8%, mientras que las de bienes de capital disminuyeron 7.4%, acumulando ocho meses consecutivos a la baja. Las importaciones de bienes intermedios se elevaron 1.8%. De esta manera, el saldo de la balanza comercial en agosto fue negativo en solo 66.7 millones de dólares. De forma acumulada el saldo en el periodo enero-agosto fue negativo en 97.1 millones de dólares.

Estados Unidos

De acuerdo con la tercera estimación del Departamento de Comercio, durante el segundo trimestre del año el PIB creció a una tasa anualizada de 3.8%, superando ampliamente la caída de 0.6% del trimestre previo y medio punto porcentual por arriba del pronóstico del mercado. El gasto en consumo personal tuvo un avance final de 2.5%, después de que en su estimación previa se reportara un alza de 1.6%. La inversión interna privada bruta se contrajo 13,8%, manteniéndose sin cambio respecto a su estimación anterior. Las exportaciones disminuyeron 1.8%, en tanto que las importaciones cayeron 29.3%, después de que es su estimación previa disminuyeron 1.3% y 29.8%, respectivamente. Por su parte, el gasto público se contrajo 0.1%, solo una décima de punto porcentual por debajo de su estimación anterior.

El Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano informó que, con base en cifras ajustadas a tasa anual, durante agosto se vendieron 800 mil viviendas nuevas, superando la estimación del mercado que anticipaba la venta de 650 mil unidades. En términos relativos, esto significó un incremento anual de 15.4%. El precio medio de venta aumentó 1.9% anual para ubicarse en 413,500 dólares.

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ACTIVIDAD ECONÓMICA, Tomo III, ANÁLISIS ECONÓMICO EJECUTIVO, Septiembre 2025. Certificado de licitud de título No. 6919 y de licitud de contenido No. 8011 de la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas, Certificado de Reserva 04-1998-070220420000-102. Distribuido por el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado, A. C.

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